IMPORTANCIA DE LA RESPONSABILIDAD
“Somos la memoria que
tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin
responsabilidad quizá no merezcamos existir” José
Saramago
Cuando
nacemos, nuestra vida es como una página en blanco que está por escribir, lo
que supone que cada uno de nosotros va a tener que construirse su propia
existencia y su propia personalidad. La vida es, por tanto, un camino, en el
que tendremos que diseñar nuestro estilo de vida personal cada uno siendo
responsable de sus propios actos y consecuencias, se podría decir así que, la
responsabilidad es la obligación de responder acerca de nuestros actos.
Dado
que las personas no viven aisladas, sino que son ciudadanos de una comunidad,
no sólo son responsables de sus propios actos y para consigo mismos sino,
también, de su repercusión en las personas con las que convivo. Por ello, la
responsabilidad y la moralidad van análogamente ya que tienen una dimensión
social.
La
responsabilidad es un concepto bastante amplio, que guarda información con el
asumir las consecuencias de todos aquellos actos que realizamos en forma
consciente e intencionada. Se trata de uno de los valores humanos más
importantes, el nacer a partir de la capacidad humana para poder optar entre
diferentes opciones y actuar, haciendo uso de la libre voluntad, de la cual resalta
la necesidad de asumir las consecuencias que de estos actos se deriven. La
responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona que le
permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus
actos. La responsabilidad no solo tiene relación con las consecuencias de
nuestros actos, sino también está asociada a los principios, a aquellos
antecedentes a partir de los cuales el hombre toma las motivaciones para
ejercer la libre voluntad. Una persona responsable toma decisiones
conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesta a rendir
cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de
asumir las consecuencias de las propias decisiones.
Responsabilidad significa ser capaz de responder,
haciéndose cargo de los propios actos, decisiones y obligaciones. Es el cargo
moral que genera un error en algún asunto o acto determinado que significa
responder por lo realizado. Sólo la persona responsable es digna de crédito.
Como definición la responsabilidad es un valor o
cualidad que dignifica a una persona o entidad. Desde luego existen varios
tipos de responsabilidad; pero sobre todo remarco “la responsabilidad moral” la
cual pone en relieve un antiquísimo problema ético y establece las condiciones
de las personas que deben de responder de sus actos desde el punto de vista
moral.
El contenido de responsabilidad moral de una
acción siempre es objeto de elogio o de censura, dada la valoración positiva o
negativa de la conducta.
Las acciones voluntarias son acciones morales
(positivas o negativas) y la persona que las realiza es responsable de ellas,
si bien esta responsabilidad tiene ciertos matices como la elección o
preferencia de la voluntad, es decir escoger una cosa que preferimos, a otras.
Así la elección siempre recaerá sobre algo que esté a nuestro alcance y que
dependa de nosotros. Por este motivo, para obtener nuestro fin u objetivo
realizamos una deliberación previa a la elección (que no sea imposible).
Platón dice que cuando alguien permite que la pasión le ciegue el juicio
o fija su atención en lo bueno que puede tener lo malo, es responsable; y que
la falta de responsabilidad es ignorancia.
Osho afirma que cosechamos lo que sembramos; y que somos responsables de
todos nuestros actos; y que tener conciencia de la responsabilidad que nos
compete es el inicio de la transformación y el comienzo de una nueva vida.
No hay moral general, pero el juicio de valor es intrínsecamente
universal, aunque la moral sea variable. Somos libres de elegir porque ninguna
moral general me puede indicar qué hacer, y no hay ningún otro signo en el
mundo. Esta condición no nos induce a hacer elecciones irresponsables, porque
al elegir normas éticas y valores, somos responsables de nosotros mismos y de
todos.
El hombre está condenado a ser libre y sólo es lo que elige Ser. Esta
condición implica una enorme responsabilidad, porque eligiéndose a si mismo
está eligiendo por toda la humanidad.
Cada uno es lo que ha decidido ser y el mundo no es una limitación
porque es algo que está haciéndose, tarea que exige responsabilidad, ya que
cada acto libre se transforma en valores y el Ser en un deber.
La responsabilidad y la libertad siempre estarán unidos, son
inseparables debido a que solo una persona con una libertad absoluta puede
responder a sus actos ya sean buenos o malos. La libertad es el poder que tiene
el hombre de obrar o de no obrar según su voluntad, y además nosotros los seres
humanos somos los únicos poseedores de la misma. A partir del desarrollo de la
razón la persona comienza a tener libertad. Además de la capacidad, la libertad
es la diferencia a la humanidad de los animales; mientras que los animales
hacen las cosas por instinto, los humanos los hacen por eleccion racional.
En cada una de esas acciones en cada una de estas cosas que se hacen
libremente, la eleccion entre el bien y el mal está implicada, y según la
eleccion la responsabilidad del acto será mayor o menor por ejemplo si un niño
no hizo la tarea porque quiso salir a jugar, ese niño no está siendo lo
suficientemente responsable y debe aceptar las consecuencias, que podría ser
una mala nota. La responsabilidad es solo un hecho de elegir, lo más importante
es elegir el bien ante el mal, habrá una falta de responsabilidad sobre nuestra
eleccion y esto lo deberemos pagar con un precio que puede ser elevado o
pequeño según la maldad de nuestro acto.
La libertad es una carga para el hombre, un yugo que lo obliga a asumir
la responsabilidad de su existencia.
La
responsabilidad puede y debe ser fundamentado sobre la base de una teoría de la
libertad ética, pues la idea ética de la responsabilidad significa, desde el
punto de vista filosófico--moral, la adopción de una obligación resultante del
examen ético propio. La responsabilidad es un valor que está en la conciencia
de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las
consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral. Una vez que pasa
al plano ético (puesta en práctica), persisten estas cuatro ideas para
establecer la magnitud de dichas acciones y afrontarlas de la manera más
prepositiva e integral, siempre en pro del mejoramiento personal, laboral,
social, cultural y natural.
Si
enseñamos a un niño/a a ser autónomo/a, también le estamos ayudando a ser
responsable, a tener mayor seguridad en sí mismo, a tener fuerza de voluntad, a
ser disciplinado y a estar tranquilo. Aspectos todos importantísimos para que
un niño/a crezca feliz.
El
sentido de responsabilidad se adquiere a través de la experiencia y la
práctica, ya que la persona deberá tomar decisiones en conciencia, ponderando
el valor de lo que se quiere conseguir y las consecuencias que puede acarrear,
asumiéndolas.
El
ser humano aprende a responsabilizarse, o a no hacerlo, desde la primera etapa
de su vida. Las pequeñas tareas y obligaciones de la vida cotidiana tendrán que
ir estando a adaptadas a la edad del niño. El sentido de la responsabilidad se
pondrá en juego desde las más sencillas situaciones de la vida cotidiana y en el
trato diario que el niño tenga con sus padres, sus maestros y sus iguales. En
la primera infancia necesita motivaciones externas como premios, refuerzos
positivos, o castigos proporcionados.
Según
Sartre nosotros estamos condenados a ser libres ya que nosotros somos los
responsables de este mundo al igual que somos responsables de nosotros mismos
en el, a pesar que lo neguemos o nos mintamos nosotros somos los creadores de
nuestros actos y es por medio de estos que construimos un mundo conteniendo nuestras
experiencias, emociones, etc. Sartre dice: "No tiene sentido quejarse, ya
que nada ajeno a nosotros ha decidido lo que sentimos, vivimos, o somos",
al interpretar esta frase comprendemos que tiene razón ya que al ser nosotros
los creadores de nuestros actos también somos los creadores de las
consecuencias, entonces si sabemos cuáles serán las consecuencias y a pesar de
ello cometemos actos indebidos no deberíamos quejarnos sin embargo la sociedad
no lo ve así y sigue cometiendo los mismos errores.
Para
Sartre el ser no tiene sentido ni valor,
es simplemente ser; recién es apto de sentido y el valor cuando se encuentra en
el espacio entre el ser-para-si y el ser-en-si. Así pues, los humanos somos
creadores de nuestro mundo o de nuestra "situación", como le gustaba
decir a Sartre. No hay situaciones que no sean humanas. Aun las peores
imaginables, como la guerra, son situaciones humanas. Sartre dice: "la
guerra es mi guerra. Está hecha a mi imagen y semejanza y me la merezco. Aun en
los momentos más dramáticos tengo opciones, podría desertar o suicidarme. Pero
como no hice nada de eso, elegí la guerra". Por consiguiente declara
Sartre, que en la guerra no hay víctimas inocentes.
La
filosofía de Sartre incomoda a muchos pues el habla de un mundo donde se rija
por personas adultas, responsables y conscientes sin tomar en cuenta los niños,
enfermos mentales, entre otros que no pueden hacerse cargo de sus acciones pero
a pesar de ello salen perjudicados. Si tuviera que resumirse el existencialismo
en tres palabras, serian: "no hay excusas" Este razonamiento provoca
el mal humor de algunos que replican: "yo no elegí nacer". Sartre
coincide en que nuestro nacimiento es parte de nuestra facticidad. Pero no
tenemos otro remedio que asumir la responsabilidad por la facticidad de todas
nuestras "situaciones" (en este caso, la de nuestro nacimiento).
Siempre tenemos la chance de negarlas mediante la autodestrucción, así que en
cierto sentido, elegimos nacer.
Nosotros
somos responsables de nosotros mismos y no tenemos excusas; la angustia aparece
al sentirnos responsables radicales de nuestra propia existencia. Haremos
mención a Sartre donde indica que el estado afectivo “angustia” acompaña
siempre al hombre, no sólo en los casos de decisiones extremas sino también en
decidir acerca de nuestras responsabilidades; sin embargo, cuando examinamos
nuestra conciencia observamos que muy pocas veces sentimos angustia. Sartre
explica esta circunstancia indicando que en estos casos lo que hacemos es huir
de ella adoptando conductas de mala fe, no creyéndonos responsables de nuestras
acciones.
Somos
responsables y libres de elegir nuestras acciones pero ¿cómo? Ciertamente, en
ocasiones, por nuestros impulsos. Pero ante "decisiones" importantes,
que pueden afectar al resto de nuestra vida, necesitamos reflexionar, estudiar
los pros y contras, las consecuencias de nuestra acción o decisión. Y si hemos
podido elegir lo que hacemos, entonces somos responsables de lo (todo) que
hemos elegido hacer: la Responsabilidad va íntimamente unida a la Libertad, son
dos caras de una misma moneda. A veces, agobiados por tanta responsabilidad
aparece la "angustia" que produce la conciencia de la libertad. Somos
responsables ante nosotros mismos, los otros y ante nuestra propia conciencia
de libertad. Gracias a la Acción en Libertad el ser humano entra en la aventura
de hacerse a sí mismo.
Llegamos
así, a una condición fundamental para que podamos juzgar si un individuo actúa
responsablemente bien o no, que sepa lo que hace, solo de esta forma, podemos decir
que actúa libremente y que, por lo tanto, es responsable de sus actos.
En
la actualidad hay personas responsables y no responsables, como aquellas que
ante tanta responsabilidad se ven presionadas por tantas decisiones por la cual
tomar y ven la posibilidad de dejarlas
de lado quizás por estrés o no querer hacerlo, la responsabilidad depende de
cada persona. Hay incluso personas que llegan a tener tal grado de
irresponsabilidad que culpan a otros de sus decisiones como si alguien les
hubiese torcido un brazo y le hubiesen obligado a tomar esa decisión en
específico.
Lo
que no sabemos es que al culpar a los demás de nuestros errores y decisiones
(especialmente las malas) es la receta para un gran desastre emocional dentro
de ti.
También
es un muy buen indicador de que esté estancado en la parte más baja de la
evolución y que nunca vas a lograr ser una persona exitosa, feliz y prospera
mientras mantengas esa conducta o hábito de culpar a los demás.
A
veces cometemos errores, a veces llegamos a un lugar para aprender algo que nos
va a ayudar en la vida pero que no es directamente lo que buscábamos, como sea
lo que estés haciendo mientras lo hagas consciente de que tú eres responsable
de esa decisión, esta va a llevar por el camino correcto tarde o temprano.
Aceptando,
entonces, la responsabilidad de todo sujeto de sus actos, la reflexión nos
llevó a preguntarnos: ¿ante quién somos responsables? Dos posibles respuestas
fueron planteadas: por una parte, seríamos responsables ante nosotros mismos,
en tanto que es nuestro propio yo lo que está, en definitiva, en juego en cada
uno de nuestros actos. Por otra parte, también seríamos responsables ante la
sociedad, pues si admitimos la realidad social del hombre, las consecuencias de
todo acto comprometen también a los que con nosotros comparten contexto.
Nuestra
reflexión sobre la responsabilidad social de nuestros actos nos llevó también a
plantearnos cuestiones de índole política: ¿somos responsables del devenir de
la sociedad? En primera instancia, en un contexto social inmediato, si bien la
responsabilidad individual del conjunto de la sociedad (también de sus
expresiones, como las leyes o las formas de gobierno) se planteaba como
limitada, se reconocía de algún modo cierto margen de libre acción para poder
cambiar la realidad. Sin embargo, el problema se hacía más complejo de cuando,
en lugar de referirnos a situaciones cercanas de contextos cercanos, se
cuestionaba la responsabilidad ante problemas generales como el hambre, la
pobreza o las desigualdades. En estos casos, aun reconociendo la influencia
global y a gran escala de cada uno de nuestros actos, esta influencia parecería
diluirse (a pesar de que nuestras acciones puedan cambiar el mundo, no podemos
ni debemos asumir plena responsabilidad del mundo en su conjunto).
Entonces
para que pueda darse alguna responsabilidad son necesarios dos requisitos:
Libertad. Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas
libremente. En este sentido, ni los animales, ni los locos, ni los niños
pequeños son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón (y el uso
de razón es imprescindible para la libertad). Sí existe una íntima relación
entre libertad y responsabilidad. ¿Por qué? Si no fuésemos libres no tendría
sentido la responsabilidad. El hecho de ser libres, de elegir nuestros actos
tras una decisión voluntaria y deliberada, es lo que en consecuencia exige que
demos cuenta de las consecuencias, de los resultados. Se supone que somos seres
inteligentes y que aplicamos nuestra razón a lo que hacemos y no actuamos a lo
loco.
Si
obrásemos así las consecuencias de nuestras acciones serían de temer y
causaríamos daños a los demás y a nosotros mismos. Debe existir una norma desde
la que se puedan juzgar los hechos realizados. La responsabilidad implica
rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un
comportamiento. El hombre responde de sus actos ante sí mismo (juicio de
conciencia) y otros hombres. A su vez, la responsabilidad ante los demás puede
ser de varios tipos: responsabilidad jurídica (ante las leyes civiles),
familiar doméstica (ante la familia), laboral, etc.
La
responsabilidad influye en la sociedad por ejemplo reconoce al profesionista
como una persona capacitada en la solución de problemas específicos, lo menos que
le demanda es satisfacer estas demandas.
En
este caso hablamos de una responsabilidad jurídica, para la satisfacción en algún
conflicto, la sociedad recurre a la normatividad legal, donde los
procedimientos judiciales exigen que las responsabilidades recaigan sobre
personas físicas. Así los ordenamientos legales exigen que exista una persona o
personas físicas que asuman tal responsabilidad, que se reconozcan como autores
de la actividad profesional específica.
Al
hablar de autorías profesionales, no se excluye cuando la actividad profesional
se realiza en sociedades o corporaciones de profesionistas. En este caso la
autoría reconocida legalmente será la empresa, pero aun así deberá estar claro
que las corporaciones otorgan responsabilidades específicas y tienen claro
quién toma las decisiones.
Otro
aspecto de la responsabilidad del profesionista es con su fuente de trabajo. En
este caso su responsabilidad como profesionista se ve comprometida, por un lado
con el que lo contrata y por otro con la comunidad que recibe los bienes o
servicios.
La
responsabilidad se contrae con el que contrata y con el que recibe tarde o
temprano el efecto de desempeño eficiente o deficiente.
Otro
tipo de responsabilidad es la familiar la que presenta en sus investigaciones Hans
Jones donde en la paternidad y
maternidad se encuentra el arquetipo de la responsabilidad. Según Jonas: “Todo
ser viviente es un fin en sí mismo y no necesita una ulterior justificación:
bajo este aspecto el hombre no es nada superior a los otros seres vivientes,
excepto por el hecho de que solo él puede ser responsable también para los
otros”. La responsabilidad que cita está en que el hombre participa en destino
humano ya que cada ser viviente ha experimentado sobre todo sobre sí mismo la
responsabilidad de los cuidados y preocupaciones paternos.
Entonces
Jones presenta una situación problemática y la causante de la rebelión
generacional; esto consiste en que el principio progenitorial tiene dos
modalidades: la del código paterno y la del código materno. La primera tiende a
expresar el principio de la norma, rectitud, frialdad, practico, realista
mientras que la segunda expresa el principio del amor, lo abstracto, idealista,
comprensión y complicidad.
Cuando
los códigos se entrecruzan, aun cuando el código paterno ha gozado de una
posición privilegiada identificándose con la lógica de lo público y relegando
al código materno representando a la lógica de lo privado origina sufrimientos.
El objetivo de este análisis es demostrar que la estructura de la familiaridad
es decir los dos códigos juntos deben de equilibrarse recíprocamente ya que es
una responsabilidad de cada uno puesto que la crisis de uno es el comienzo de
la crisis del otro.
Lo
malo de la responsabilidad es que la misma no se exige, es más ni siquiera se
echa de menos cuando hace falta. Si nosotros prestamos atención, nos damos
cuenta de que la mayoría de los males son casos de irresponsabilidad. La más
importante de todas es la responsabilidad intelectual ya que condiciona todo.
Lo
que esto quiere decir es que las personas escriben y hablan sin querer
justifica lo dicho. A veces la gente dice lo que se le cruza por la cabeza o
sea lo que le conviene o lo que daña al prójimo. Una de las causas de la
irresponsabilidad intelectual es la ignorancia, a la que no se pone remedio
porque interviene la pereza. El fanatismo es una de las causas más probable de
irresponsabilidad, en este estado la persona toma una posición a la que se
adhiere obstinadamente , y se la afirma hasta sus últimas consecuencias, que
suelen ser de extrema gravedad, con lo que entran de lleno en la
irresponsabilidad moral. La responsabilidad intelectual es la más fácil de
comprobar. Pero rara vez la misma es exigida. Se falta a ella, por acción,
desfiguración u omisión, con asombrosa frecuencia, y casi siempre con impunidad
asegurada. Las mayores distorsiones se cometen ante la impasividad de los
receptores, con absoluto desprecio de la realidad. No puede esperarse que
intervengan los poderes públicos, que rechazan la irresponsabilidad económica y
en cierto grado la moral; pero sería insuficiente que la irresponsabilidad
intelectual tuviese la inmediata consecuencia del desprestigio, la eliminación
de lo que se llama "la comunidad científica internacional". El día en
que esa clase de irresponsabilidad tenga consecuencias inmediatas será el punto
de partida de la salud mental de la humanidad.
Conclusiones:
Conclusión:
somos libres y responsables de nuestras acciones, hacemos lo que nos da la
gana, pero eso que nos da la gana es producto de nuestra Razón y de nuestra
Voluntad. De lo contrario, estaríamos haciendo lo que le da la gana a
"otro" (razón y voluntad de otro) Somos libres gracias a
"nuestra conciencia de lo real y "responsabilidad". Ser
responsable nos hace autónomos, ser dignos de confiar.
Responsabilidad
es saber que lo hice, lo dije o actué de tal forma y no negarlo o decir alguien
me obligó o porque aquel pensó por mí. Responsabilidad es saber que lo que uno
hace y piensa y dice nadie ha obligado a uno y defenderlo aunque sea lo último que
hagamos. Eso es responsabilidad. La responsabilidad en los actos es además una
cualidad que muestra la fortaleza del carácter y que modela la personalidad y
permite a una persona ser dueña de sí misma, más firme, segura, estable, y
confiable.
INTEGRANTES
Cadillo Ramos, Renzo
Ojeda Arce, Paola
Orlandini Mendoza, Claudia Melissa
Portales Palomino, Kemerly
Santiago
Bravo, Yera
Valdiviezo
Guerrero, Camila
Yalle Hidalgo, Marycielo
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ResponderEliminarTodas las personas alrededor del mundo somos diferentes, cada una tiene una forma de pensar, analizar y criticar diferente a las demás. Sin embargo, a lo largo de los años se ha podido establecer ciertas normas en cada sociedad, basadas en la ética y moral propia de su cultura y desarrollo. Actualmente, muchas de ellas son comunes a nivel global, pero aún hay algunas que solo son 'válidas' en determinados grupos. A medida que una persona crece y se desarrolla con su entorno va aprendiendo normas sociales para poder socializar con los miembros de su comunidad. Las personas somos seres que necesitamos de socializar para sobrevivir, por lo que siempre terminamos asimilando las normas sociales. Pero, a la vez tenemos la capacidad de criticarlas y probablemente encontrar algunas que nos disgusten. Por ejemplo, este sería un caso en el que ejercemos nuestra libertad de si decidimos seguirla o no. Al decidir no seguirla, debemos pensar en los posibles efectos que puedan ocurrir tanto para nosotros como para las personas que nos rodean y asumir nuestra responsabilidad de estos, es decir, asumir las consecuencias de este acto. Tendremos la capacidad de decidir qué pasará previo a un análisis de la situación: Podremos ser los responsables de efectos positivos como también negativos ya que nosotros decidimos lo que haremos.
ResponderEliminarLa responsabilidad es el compromiso que debemos adquirir por nuestras acciones, es decir, ser responsable de nuestros actos nos hace dueños de ellos.
Siempre debemos actuar sin causar daño al resto de personas. Y, en caso contrario, asumir las consecuencias de lo que esto conllevaría.
Uno debe responsabilizarse de lo que hace y dice. Los derechos de uno terminan donde comienzan los derechos de los demás.
ResponderEliminar"La responsabilidad es solo un hecho de elegir, lo más importante es elegir el bien ante el mal..."
ResponderEliminarSi bien concuerdo con lo dicho que la responsabilidad es un hecho de elegir y sobre todo asumir, discrepo con lo referido a "..elegir el bien del mal..." Ya que el bien o mal radica en los conceptos de cada persona, lo que para uno puede ser bueno, para otro puede ser malo.
A lo que llamamos bien o mal, son solo conceptos generalizados de un grupo mayoritario de personas que tienden a denominar algo, por el hecho de ser común; sin embargo eso es variable con respecto a cada individuo.
Yo pienso que la responsabilidad es un fuerte compromiso. Ademas es un arma de doble filo ya que muchos desea tener responsabilidades pero pocosla cumple.
ResponderEliminarCentraré mi comentario, que más que una crítica es un aporte, en los supuestos en los que se fundamenta el texto, considero que es importante discutir y re-pensar los contenidos con los que se llenan los conceptos contextualizando nuestras formas de pensar.
ResponderEliminarEn primer lugar, la Razón como fundamento para el despliegue de la existencia,
es un fundamento de la filosofía occidental europea más no de otras filosofías como por ejemplo de Filosofía andina, la japonesa e inclusive la hindú. La filosofía andina, por ejemplo, fundamenta el actuar del ser humano, en el sentimiento y no en la razón, que vendría a ser complementaria pero no determinante en el actuar. Actúa para sí, para y con el otro, extiende, incluso, su responsabilidad a la Naturaleza que es fuente de existencia.
En segundo lugar, mientras leía el texto recordé a Foucaulf en "Vigilar y Casticar", donde menciona que la ética surgió en un determinado momento de la historia
con el fin de controlar al otro, este control fue gradualmente internalizada convirtiéndose en un auto-control, en ética, cuya base de actuar es la "culpabilidad". El "pecado", lo "malo" sería un timón del actuar. Surge así una auto-vigilancia y la vigilancia al otro; la censura en palabras, miradas, gestos, risas vendría a ser un termómetro del que actúa bien o actúa mal.
Sin embargo como ya lo han dicho, no en todo lugar existe una ética, el hombre andino, por ejemplo, basa su forma de actuar en el "munay" que significa amor. No vigila, cuida. No basa su actuar en la "culpabilidad" si no en el amor.
En tercer lugar, respecto a la postura de Sartre, "El hombre está condenado a ser libre y sólo es lo que elige Ser", es más una hipótesis o variante de pensamiento que un Verdad en sí misma. Sartre mismo, en la etapa de su vejez encontró falencias en su pensamiento, inclusive Simone de Beauvoir, su compañera que también era filósofa, no estaba de acuerdo con lo que Sartre planteaba. Esto, porque Simone notó que Sartre al hablar del Hombre, no hablaba de todos los varones y mujeres de la humanidad, hablaba de un varón, blanco, ciudadano europeo de clase media.
En este caso, pensemos en la educación occidental o en el sistema capitalista o incluso en el idioma español que nos dan como despliegue de nuestro actuar. ¿Lo elegimos o nos han echo elegir?, pensemos en la manipulación de nuestros estados, de los medios de comunicación y educación nos informan para ¿educarnos o adiestrarnos? ¿somos libres? ¿somos responsables? probablemente no, nos hacen ser responsables de fluir de esta sociedad disfrazada de HUMANIDAD difusa y de veces opresiva, que unos pocos eligen cómo es y cómo será.
Y por último, respecto a la responsabilidad considero que es importante re-pensar los contenidos que no dan y que no siempre elegimos para pensar. Terminaré con
los hombres no somos totalmente libres, no siempre elegimos quienes ser. Pero, convengamos que el ser humano aún está en proceso de su propia liberación y auto-conocimiento. Aparentemente todo está dicho pero detrás hay mucha nada que espera ser dicha y escuchada.
Y nada, contextualicemos nuestros pensamientos, tengamos memoria. “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir” José Saramago